Bajo la sombra de los dos Médicos que nos protegen desde siglos y sobre la base de las aguas del río Segura, Pedro García ha querido en la portada mostrar un mosaico de momentos y detalles que configuran nuestra Feria y que nos sirven de eslabón con esas generaciones ya pasadas que esperaban la llegada de estos días con un entusiasmo e ilusión difícilmente descriptibles. Son días que se llenan con momentos entrañables. En primer lugar, la música que, desde las dianas mañaneras hasta el multitudinario festival, pasando por los conciertos en la Ermita, salpica de notas y de alegría el rápido discurrir de estos días. Gigantes y Cabezudos que hacen nacer entre la chiquillería escenas de un temor contenido y de explosión feliz al mismo tiempo. La Zarzuela, con sus romanzas, preludios, diálogos, que nos inducen a revivir en noches de Feria ambientes y situaciones de amor y enredo que nos hacen soñar. Y, por último, los toros, esa corrida del 27 que hace vibrar a todo un pueblo y recordar tantas tardes de gloria con los Dominguines, Bienvenidas y toda una estela de maestros en el arte de Cúchares que por aquí ha desfilado. Todo ello forma parte de nuestros días de Feria y ha sido muy bien recogido por nuestro paisano en un retablo de situaciones y paisajes donde se mezclan tradición, arte, valor, música ......... en una jubilosa explosión de vida, pues eso es, nada más y nada menos, la mejor definición de nuestra Feria. José Carrasco Molina |